¡ SHNORHAVOR NOR DARÍ IEV SURP DZENUNT !
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Una de las tradiciones religiosas más antiguas y de mayor popularidad y vigencia entre los armenios es la Bendición del hogar, llamada Dunornék. Esta ceremonia se realiza dos veces al año, tras las dos festividades más importantes de la Iglesia Armenia: la Navidad y la Pascua.
El sacerdote, en general el cura párroco, hace cortas visitas a las casas de los fieles y bendice tanto la casa como a sus habitantes y sus bienes, representados estos últimos por tres elementos; el pan, el agua y la sal. De esta manera, el hogar se convierte en cierta manera en una pequeña iglesia.
Para comenzar la ceremonia, el sacerdote prende incienso-jung, que es un acompañante constante de las plegarias y oraciones, tanto en la iglesia como dentro del hogar. El pan, el agua y la sal ofrecidos para la santificación se colocan por lo general en una bandeja que se ubica en algún lugar importante dentro la casa. La familia se reúne alrededor de aquella y sigue con atención el desarrollo del ritual.
El pan-hats representa en sí a todos los alimentos esenciales para la vida del hombre. De igual modo, el agua-chur es el segundo elemento indispensable para ella. Ambos encierran varios simbolismos: el pan, por ser el alimento básico para la subsistencia de la familia representa al hogar, además nos recuerda que Cristo repartió pan durante la última cena y dijo: “Comed, éste es mi cuerpo”. El agua, por su parte, nos recuerda que el cristiano nace de las aguas del bautismo. La sal-agh es el ingrediente que le da sabor a la vida, Cristo denominó “la sal del mundo” a sus seguidores. La sal representa asimismo la pureza.
Es una costumbre generalizada en muchas familias, en ocasión de la Pascua, agregar a los tres elementos ya mencionados un plato con huevos rojos (garmír havguít) y vino (kiní), ambos de gran simbolismo durante la Semana Santa. Los huevos rojos representan el sacrificio de Cristo por la humanidad y el vino, la instauración del sacramento de la Comunión durante la Última Cena.
Finalmente, se invoca a Dios para que resguarde y proteja a la familia de todo peligro y mal, y todos juntos rezan el Padrenuestro (Háir mer). Terminada la ceremonia, la sal se deposita en su recipiente habitual, el pan se coloca en la panera y el agua se bebe o se utiliza para preparar la comida.
Mientras que en un pasado reciente, en las zonas rurales los sacerdotes visitaban las casas sin la necesidad de un aviso previo, el ritmo de vida actual, en especial en las ciudades, hace que esto no pueda llevarse a cabo. Por lo tanto, la invitación debe proceder de la familia interesada.
La bendición del Hogar puede llevarse a cabo en cualquier momento del año y las veces que la familia lo considere necesario, especialmente en momentos difíciles, pero como hemos dicho al principio, se debe hacer por lo menos dos veces al año.
Además de la ceremonia de Bendición del Hogar individual para cada familia, se realiza también una bendición colectiva para los hogares de todos los fieles. Esta se cumple en las instalaciones contiguas a la iglesia que representa simbólicamente la casa de todos, tras el servicio nocturno del Sábado de Gloria y el día previo a la Navidad.
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Aprovechamos la oportunidad para saludar a todos los amigos berissenses y desearles una Feliz Navidad y un muy próspero 2011.
OyD
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