¿Qué es lo que lo motiva negarse?. Sentarse a conversar con Israel, es reconocer su existencia. Es oponerse al resto de sus correligionarios. Si la mayor parte del mundo árabe poderosamente armado, dice que sólo habrá paz en el Medio Oriente el día que Israel desaparezca de la región, no es posible que un pequeño y débil grupo de Palestinos se siente a conversar con ese país para decidir la configuración del mapa de la región. Esto explica el desesperado esfuerzo de Abbas por crear el Estado Palestino sin la intervención de Israel, y sin que el mundo árabe se alce en su contra. Los países que ya han declarado su apoyo a la iniciativa de los palestinos en vez de promover un acuerdo bilateral, o desconocen en profundidad el conflicto palestino israelí, o los mueve una ciega inclinación a la causa árabe y una injustificada antipatía al Estado de Israel.
Mientras existan grupos o naciones árabes fuertemente armados que no otorguen a Israel el derecho de existir en la región, jamás podrá haber paz en Oriente Medio. Sin la audacia necesaria, los palestinos nunca podrán ver un país palestino surgido de conversaciones de paz con Israel, mientras el poderío bélico de la extrema musulmana con su antisemitismo innato los siga presionando.
Samuel Auerbach.
Natanya, Israel.
5/ago/2011
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