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Conociéndonos
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De santiagueños y de aeródromos berissenses
CUANDO MURIÓ CIPRIANO REYES
Memorias del atardecer
RETRATO 2 (por él mismo).
(Hablando de sus primeros años de vida)
Mi niñez y adolescencia transcurrieron, en gran medida, en una región rural de Berisso, Los Talas, junto al Río de la Plata. Tierra aluvial, negra y con yacimientos de conchilla en albardones paralelos a la costa, desarrolla en bosque xeromórfico de talas, molles, coronillos y cinacinas, zona apta para el cultivo de hortalizas, viñedos y parcelas maderables de sauce. En ese espacio voló mi espíritu, tratando de atrapar los mil y un duendes que lo poblaban, siempre elusivos entre tantos verdes magnánimos y dorados pajonales.
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RETRATO 3 (Por Flavio Nicolás Moschione).
(En la contratapa de "Memorias del atardecer")
Sin duda son muchas las emociones que Juan ha dejado atrapadas en el libro con los distintos hechos y personajes. Pero una de ellas trasciende y se escapa de cada página, y será imposible no percibirla. Es natural, ya que es uno de los atributos más personales de Juan. Rasgo sobresaliente, inmenso, del cual jamás pudo desprenderse y que nunca ha logrado disimular. El mismo que fuera marcando intensamente su relación con los demás, así como todas las instancias de su existencia. Entusiasmo, su cualidad más desarrollada, emana del papel. Seguramente nutrido en otra capacidad tan extraña para estos tiempos, la de alegrarse y disfrutar los logros y gracias de otras personas como si fueran suyos. Y es tanto el entusiasmo que nos transmite, con su abierta manera de induir a la reflexión sin imponernos conclusiones autoritarias, que despertará en nosotros otras imágenes, historias y puntos de vista, contagiándonos las ganas para transitar también nuevos caminos.
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Flores robadas en los jardines de Berisso
Las fotografías que siguen a continuación, las tomamos nosotros.
Las tomamos del afiche que nos remitiera nuestro amigo Horacio
para recordarnos que el 13 de Mayo tuvo su Sexta Gran Fiesta
la calle Nueva York.
Y sirvan como sentido reconocimiento a quienes realmente
conocen profundamente el tema
y trabajan en forma permanente
para que el pasado y el presente de esta calle
y de todo Berisso
se mantengan vivos en la memoria de quienes vivieron
su época de gloria, de sus hijos que lo conocieron
por sus relatos emocionados,
y de sus nietos, receptores de una herencia valiosa
que deben proteger y acrecentar
con nuevas experiencias como éstas.




